Beata Madre Carmen Rendiles: ejemplo de perseverancia y servicio al prójimo
Caracas, 17.10.2025 (Prensa Mintur).- La canonización de la Beata Madre Carmen Rendiles ha generado una profunda ola de orgullo y fe en Venezuela. Este hito histórico, de gran trascendencia espiritual y humana, simboliza el triunfo de los valores y la unidad del pueblo venezolano. El evento reafirma la arraigada devoción que mueve a la nación.
Nacida en Caracas en 1903, fue la tercera de nueve hermanos en una familia con tradición religiosa arraigada, en la que le inculcaron el sentido del deber y el amor por el prójimo. A pesar de venir al mundo sin su brazo izquierdo, esa limitación nunca le impidió seguir el llamado religioso que marcaría su vida, una historia de fe, perseverancia y servicio.
Fundadora de los colegios “Siervas de Jesús” y de una congregación dedicada a la educación y el acompañamiento espiritual, su legado trasciende los milagros reconocidos por la Iglesia. Su vida fue un ejemplo de fortaleza silenciosa, entrega y fe inquebrantable, nunca vio su discapacidad como un obstáculo, sino como una oportunidad para acercarse más a Dios y a los demás. Su testimonio sigue inspirando a muchas mujeres a no rendirse ante las dificultades
Este domingo 19 de octubre, Rendiles será proclamada santa, convirtiéndose en la primera mujer venezolana en alcanzar los altares. Su canonización, aprobada en marzo por el fallecido papa Francisco y que será oficiada por su sucesor, León XIV.
Una vida de fe, esperanza y milagros
Con tan solo quince años ya expresaba un profundo deseo de dedicar su vida a Dios. Una debilidad pulmonar durante su adolescencia la apartó por unos meses de la vida social para recuperar su salud y dedicarse a la oración. Fue entonces cuando su vocación se manifestó con mayor claridad y empezó a desarrollarse en la vida cristiana como catequista y fuente de apostolado para sus familiares y amigos.
El 25 de febrero de 1927, a los 24 años y luego de recorrer varios conventos tocó a las puertas de la Congregación de Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento en Caracas, una institución de origen francés recién llegada a Venezuela, que no vestían hábito para colmarle los deseos de humildad y pobreza. Ahí la esperó el Señor, le mostró claro el camino.
Ese mismo año, el 8 de septiembre, la Madre Carmen ingresó al noviciado de la Congregación, luego de completar sus estudios y la preparación previa. El 8 de septiembre de 1932 emitió los votos perpetuos que la hicieron desde entonces miembro definitivo de esta familia religiosa.
Desempeñó su vida religiosa con la naturalidad, el liderazgo y la caridad que se le conoció desde pequeña. El 9 de mayo de 1977 la Madre Carmen fallece a causa de una gripe. Sus exequias se celebraron el 10 de mayo de 1977 en la Capilla de la Casa General de la Congregación de Luneta a Caja de Agua, Altagracia, Caracas. Fue sepultada en la capilla del Colegio Belén en Caracas.
Periodista: Aura Astudillo