Curiepe, 27 -06-2022 (Prensa Mintur).- El pueblo de Curiepe, cada 24 de junio se viste de gala para celebrar el nacimiento de San Juan Bautista, que al igual que en muchas partes del mundo es representado como un niño. Una de las festividades que reúne más devotos a lo largo y ancho del país, siendo la manifestación de Curiepe la más conocidas en la nación.
Bernardo Sanz, maestro fabricante de los tambores y Patrimonio Vivo y Cultural de Curiepe relató, “los tradicionales tambores de origen africano son inseparables de la celebración de San Juan. Tengo 87 años y llevo 70 años construyéndolos”. Los elaboro con mucho amor para las celebraciones de mi Bautista.
Sanz señala que el tambor más grande, la mina, por tradición se construye con un tronco largo de aguacate, con el corazón vaciado a mano, tiene cuero de venado fijado sólo por un extremo el que queda acostado en el suelo para tocarlo.
Luis Camacaro, Mayordomo de San Juan expresó su amor por el niño. “Desde muy pequeño siempre he estado cerca de Bautista, soy su hijo, llegue hacer su mayordomo por una tradición que viene de generación en generación, es un secretismo y conexión del curiepero con el santo.”, resaltó.
“Desde hace más de 10 años cada 24 de junio me quedo todo el día y la noche cuidándolo, le cambio el vestuario, cuido sus ofrendas, estoy pendiente que las personas que lo visitan respeten su parte ancestral, lo hago con mucho orgullo”, dijo.
Por su parte, Carmen Piña, madre custodia del Bautista de Curiepe, que por 40 años ha vestido y arreglado con flores la imagen del niño, asegura que para ella es un honor tener la responsabilidad de cuidarlo. “Hace dos años que el Santo no salía a la calle y hoy le pido a San Juan que derrame bendiciones para el mundo entero”, expresó.
Eusebia Margarita Marco, curiepera e integrante de las voces de canto de San Juan, expresó su arraigo por la tradición sanjuanera. “Ahora es que el tambor es monumental, antes era solo de nosotros los negros del pueblo”. Asimismo expreso su devoción por Bautista. “Yo estuve un tiempo muy delicada de salud, le pedí a que me devolviera la salud y hoy estoy aquí sana y cumpliendo mi promesa, a San Juan yo lo tengo en mi corazón, destacó.
Finalmente Maribel Morales, de 71 años, proveniente de la cuidad de Caracas manifestó “venía todos los años a Curiepe a venerar al santo, pero debido a la pandemia no pudo acudir durante dos años, el poder estar hoy aquí es algo muy grandioso, la espiritualidad que se siente en este pueblo es única”, asentó.