Caracas, 16-01-2019 (Prensa Mintur).- Desde muy tempranas horas de la mañana, el pasado 14 de enero el occidente venezolano se vistió de fiesta para recibir a millones de feligreses que se congregaron para venerar a la virgen Divina Pastora en su visita 163. Desde el pueblo colorido de Santa Rosa en el estado Lara, inició la manifestación religiosa considerada una de la más grande de América Latina, para acompañar una vez más a la virgen milagrosa.
La patrona larense fue vestida con un traje de color rosado, en el que destaca un bordado del mapa de Venezuela en color plateado y 24 rosas que representan los 24 estados del país. Confeccionado por Gustavo Luna y donado por la Zona Pastoral Inmaculada Concepción del Tocuyo. «Está inspirado y esperanzado en una Venezuela libre, cubierta por el manto como nuestra divina madre de amor. Fue una gran bendición el tener la oportunidad de diseñar el vestido», expresó Luna. Añadió que el atuendo refleja el amor infinito que ofrece la virgen María a su pueblo.
La homilía estuvo a cargo de Monseñor Víctor Hugo Basabe, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto. Tras la culminación de la eucaristía en la plaza del pueblo larense, la advocación de la Virgen María salió rumbo a la Catedral de Barquisimeto, en un recorrido de 7,5 kilómetros de la multitudinaria peregrinación, sobre los hombros del pueblo.
En esta procesión de más de 3 millones de personas, se observan mujeres y niñas vestidas de pastorcitas. También algunos hombres y niños trajeados de nazarenos. Algunos feligreses caminan descalzos y otros recorren de rodillas.
Por su parte Carmen Contreras de 70 años de edad proveniente de Portuguesa manifestó su admiración por la virgencita «Soy creyente de la Divina Pastora desde hace más de 10 años, recordó Contreras, acompañada de sus hijos «La Divina Pastora es la segunda madre de nosotros, siempre venimos a dar las gracias por los favores concedidos».
Carlos Ruiz Diócesis de Ciudad Guayana, en San Félix resaltó que es primera vez que asiste a esta tradición de fe tan importante para el pueblo venezolano “Me siento orgulloso de ver la devoción y esperanza que inspira nuestra madre María”.
En el poblado de Santa Rosa, los turistas además de orar ante la santa madre, disfrutaron del encantador lugar, su cálido clima y sus calles rodeadas de bellas casas coloniales. Este rinconcito ofrece a sus visitantes una exquisita gastronomía de dulcería criolla y un acogedor mirador, el cual nos muestra una amplia panorámica del Valle del Turbio. Le invitamos abrir la puerta que conduce al pueblo que eligió la Divina Pastora para quedarse.
Fotos: Tulio Ponce